A PEPE
Tus ojos
grandes,
como cielos estivales,
la serenidad
de tu mirada noble,
son el lazo
que nos une.
Cobijarte, acunarte
,levantarte
de esas caídas
que a veces
enredaron tus pies…
Abultaste
mi cintura
ocho meses
de impaciencia
para abordar la vida
con fragilidad
sin saber
girarte al mundo,
con un llanto
que no llegaba…
Hoy…
esos ojos
azules
de océanos intensos
son lo mejor
que me pudo pasar
No hay comentarios:
Publicar un comentario